KIKO HERNANDEZ GH 3

Kiko Hernández, nacio en 1976 en Madrid,  y a llegado a ser un fijo en todos los Sálvame, gracias a su entrada en GH3.

Antes de entrar en el reality, paso por varios trabajos, desde camarero, hasta agente inmobiliario, pasando por relaciones públicas.

Lo que Kiko tenía claro es que quería dar un cambio a su vida, y a los 25 años entro en GH 3, donde tuvo una relación con Patricia Ledesma, relación que acabo como el rosario de la aurora, algo que por supuesto no le vino nada mal, pues parece que los cazatalentos de Telecinco vieron en el un colaborador, así que le pusieron una silla en Crónicas marcianas y en A tu lado.

En ambos programas dejo suelta su lengua bífida suelta, y allí hizo gala de su pseudo-periodismo, y nos conto historias “supercontrastadas”. Hoy por hoy nos lo sigue demostrando estas habilidades en Sálvame.

Pero en el programa de Jorje Javier, además de superarse como pseudo-periodista, nos deleita con “peleas” con sus compañeros, la última y más sonada, con Mercedes Milá, que le achaco no ser un buen amigo de Lydia Lozano, con la que también tuvo un enfrentamiento, acusándola de irse de la lengua y contar que padecía cáncer. Finalmente y tras conseguir un buen pico de audiencia con la pelea en Sálvame Deluxe, llego la reconciliación.

A nivel personal, su salud ha sido su peor enemigo, pues a además de contraer Dengue en un viaje a Nicaragua, ha padecido un cáncer de páncreas en el 2008, aunque finalmente ha superado con éxito ambas dolencias.

A nivel sentimental, hubo muchos rumores sobre su condición sexual, rumores, especialmente alimentados por no conocérsele ninguna relación o escarceo, salvo la ya nombrada relación con Patricia Ledesma, y un lío, bastante increíble, con Sonia Arenas. 

En tantos años de tele, algo muy raro…. Aunque en el último programa de Sálvame del 2009, Kiko dio a entender que se había enamorado de un chico por primera vez  en su vida, aunque a día de hoy, sigue jugando con la ambigüedad.

Sea cual sea su condición sexual, Kiko, parece que nos seguirá deleitando con las historias de los personajillos a los que sigue, con peleas con sus compañeros, y con todo aquello que pueda hacer para conservar su silla, y aumentar la audiencia de los programas donde trabaja.